Murió otro amor...
Luego de la despedida de aquella historia que de vez en cuando merece ser oída, esa historia que marcó en mi corazón un poco de desesperación, de asfixia, de temores sinsentidos, marcó deseos, sueños irrealizables, luego de gritos, llantos, insultos, besos, sudor, mates y chocolates... Luego de algo que en un universo lejano podía llegar a ser eterna, con la realización de anhelos como niños casa, viajes... Ya no está... Sola otra vez, en la vida, en la calle, en el alma.
Hoy recordé a quién se llevó mis primeras lágrimas de amor, mi primer alegría, mi Te amo real, a quién puse por encima de mis sueños y decisiones.
Hace 10 años que lo conocí, era una niña... Recuerdo que lo veía cruzar el patio de la escuela con su uniforme perfectamente planchado, su manera tan propia de caminar que aún lo veo... Era él, Simón, que era tan imposible de alcanzar que no comprendía porqué lo deseaba tanto, me encantaba todo, aunque no fuera grata nuestra comunicación.
No fueron si no 3 años después, que un encuentro impensado nos puso a los dos en esa cocina, en un beso, una caricia, un instante tomados de las manos, y el secreto... Eso fue un 28 de Abril del 2004, a una cuadra de mi casa...
Regresé a casa con un sueño hecho realidad, esos labios me habían besado, esas manos me habían abrazado, era él, el mismo.
Estuvimos juntos mas de un mes, lo cual fue un fracaso, el primer mal a mi corazón. Llanto, temor, esperanza... Y desapareció por completo. Se fue de la escuela, se fue de la ciudad. Quizás era mejor para evitar la tortura de verlo a diario, pero era una completa basura imaginarlo simplemente...
El 29 de Abril de 2007, exactamente 3 años después del primer beso volvió. Con una propuesta magnífica, porque al verlo, me enamoré de ese chico.
El único contacto físico fue maravilloso. Al despedirnos nos besamos en la mejilla, como conocidos que pretendía que fuésemos... Nos miramos, miramos la puerta de casa, nos volvimos a mirar y agarró mi cara suavemente con sus manos y me dio el beso más dulce de toda mi vida. Comencé a amarlo en ese momento. Era Simón, el Simón de siempre...
Hoy se cumplen 4 años de ese día. Y ciertamente lo extraño. Extraño soñarnos, el mensaje de la mañana, extraño cada cosa que vivimos... Y no se donde está-
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